jueves, 2 de abril de 2015

Tan cerca, tan fuerte (Síndrome de Asperger)


SPOILER





TÍTULO: Tan cerca, tan fuerte
DIRECTOR: Stephen Daldry
SINOPSIS: Oscar Schell ( Thomas Horn) es un niño preadolescente con síndrome de asperger que se ve envuelto en una expedición misteriosa en la que tendrá que encontrar la cerradura que abre la llave que descubre un años después de la muerte de su padre en los atentados del 11-S.


El SÍNDROME DE ASPERGER Y OSCAR

Antes de empezar a analizar los síntomas, comportarmiento, causas y tratamiento de las personas afectadas por el síndrome de Asperger, me gustaría aclarar que no está del todo demostrado que el personaje de Oscar padezca dicho trastorno. Sin embargo, me ha parecido interesante el hecho de analizarlo ya que muchas de sus acciones y su comportamiento social se corresponden con dicha enfermedad.

Las personas con síndrome de Asperger suelen tener problemas a la hora de relacionarse con los demás, una inteligencia normalmente superior a la de la media, una ilimitada gama de intereses, como es el caso de Oscar que en cuya tarjeta de visita le identifica como investigador, pacifista, explorador y varias profesiones y cualidades de diversos tipos. También estas personas suelen tener una serie de manías o son incapaces de enfrentarse a ciertas situaciones de la vida cotidiana que a alguien sano le podrían parecer de lo más normal como por ejemplo el hecho de cruzar un puente o viajar en  transporte público. Estas dos acciones resultan imposibles para Oscar. Suelen ser bastante torpes en el deporte, tener fijación extrema con algún tema en particular y se alteran fácilmente si su rutina se ve afectada.

Teniendo en cuenta las características del Asperger podemos deducir que Oscar padece dicha enfermedad. Tiene graves problemas para relacionarse con los chicos de su edad y en ocasiones se refiere a su madre y al portero con agresividad sin ninguna medida y sin venir a cuento o exagerando demasiado alguna situación en concreto. Siempre lleva consigo una pandereta la cual hace sonar cada vez que se encuentra en un momento de estrés o inseguridad. Esta acción tan repetitiva también es señal de padecer este trastorno. Otra de sus características es que son muy buenos pensadores y por ello es bueno aportarles apoyos visuales en cualquier situación de enseñanza o aprendizaje. Esto último es una de las cualidades que su padre más reforzaba obligándole a hacer expediciones entretenidas, hacer mapas y seguir un orden de pistas que le lleven a descubrir el distrito 6 ya inexistente en la ciudad de Nueva York.

No existe un tratamiento específico para este síndrome, sin embargo todos los expertos en la materia coinciden en que cuanto antes te intervenga la enfermedad será lo mejor. Algunos de los tratamientos son las terapias conductuales cognitivas en las que básicamente se deja al niño hablar o se le guía con preguntas específicas, medicamentos que también combaten la depresión y la ansiedad, terapia ocupacional o física si el niño tiene problemas motores severos y también los padres reciben, o deberían recibir, captación y apoyo para padres que les enseña a tratar a sus hijos de manera específica en el hogar. Si hay que tener en cuenta que todo tratamiento que ayude al niño a llevar una rutina o saber reaccionar ante ciertas situaciones reforzando las habilidades sociales será primordial para que más adelante el paciente pueda llevar una vida normal.


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